martes, 11 de abril de 2006

Ah pero que chidos somos



El día de ayer me tocó ver una de los aspectos más negativos y vergonzosos de la cultura mexicana. Al entrar al metro vi como una escuincla (en esta ocasión usaré la palabra despectiva porque no me agradó en absoluto lo que hizo la "inocente palomita") se metía por debajo de los torniquetes sin pagar su boleto, con cara de astucia vigilando que el policía no se diera cuenta, y con mirada de que "soy bien chida porque estoy burlando la autoridad". La mamá venía atrás de ella, y se sonrió con la típica expresión de que "bien, esa es mi hija, bien abusada" en una clara y abierta complicidad con su mocosa. Tal para cual. Y creo que es un caso típico, uno de tantos. Y como en otro caso que comenté antes, me dieron ganas de darle un "zape" no a la enana sino a la "orgullosa" madre que con el sudor de su frente estaba moldeando una perfecta y futura corrupta "made in México".
El caso es que a los mexicanos cómo nos encanta burlar la ley, y cómo pensamos que el que lo hace es "chido".
Así, el que tiene un o una amante y lo hace sin que nadie se dé cuenta, es chido. El que burla a Hacienda y no paga impuestos es chido. El que se mete en el metro sin pagar es chido. El que pasa el examen gracias a que copió y nadie se dio cuenta es chido. Es toda una cultura que, como se puede ver en este caso, se fomenta de padres a hijos. De unos padres irresponsables e inconscientes, diría yo, a unos hijos que aunque escuchen de sus maestros o de sus mismos padres que eso no se hace, ven un ejemplo diferente. Con una mamá como la cretina esa que vi en el metro qué se puede esperar de su querida escuinclita. Me pregunto si su esposo le pondrá el cuerno, si es que tiene esposo, claro.
El asunto es que no podemos evitar la realidad: esa "chidez" que tenemos al burlar la ley nos afecta. El que un alumno pase porque copió, el que haya gente que no pague impuestos, el que haya políticos, maestros, empleados, esposos y esposas deshonestos y corruptos es algo que definitivamente nos pega y crea una cadena sumamente difícil de romper. ¿O no nos afecta el que los políticos roben a lo descarado? ¿No hacen ellos lo mismo que la escuincla esa en el metro? ¿No es burlar a la autoridad en ambos casos?


¿A poco no te encabrita el saber que las leyes no se respetan? Mmmm... veamos, ¿Nunca te has quedado atrapado en el tráfico (y llegado super tarde al trabajo o a donde tenías que ir) por culpa de que todos hacen lo que se les da la gana y nadie respeta la ley y dan vuelta donde sea, se meten en donde solo es salida, se pasan los altos, etc etc?? Algo más: ¿No están dandole en la m.... a los bosques y áreas verdes del país por culpa de que todos burlan la ley dando mordidas? Pero qué chido es burlar al policía y pasarse de a "grapa" en el metro ¿no?
Ah pero que no nos digan que estamos haciendo mal porque hasta eso, todo tenemos, corruptos y sentidos como jarros de Tlaquepaque.

Nuestra cultura Mexicana tiene cosas maravillosas. Somos amigables, somos solidarios en los momentos de desgracia, tenemos en muy alta estima la amistad y la familia. Pero tenemos ese "defectito" que no solo no nos deja progresar sino que nos ha dado mala fama... con mucha razón.
Al final la falta de respeto que los demás tienen hacia la ley nos afecta y nos enoja, pero no le damos importancia si somos nosotros los que lo hacemos. Y lo peor es que hasta lo fomentamos en los niños.

¡¡Sí, sí, zapes para la vieja esa!!


Este mensaje fue hecho con electrones 100% reciclados