jueves, 10 de mayo de 2007

¡Y que se encueran todos!


Seguramente ustedes se enteraron de lo que sucedió aquí en la Ciudad de México el domingo pasado, 6 de mayo. Sí, por increíble que parezca, 20 000 personas se desnudaron en pleno Zócalo para la famosa foto de Spencer Tunick, fotógrafo que antes no era tan conocido por el populacho pero que ahora ya se menciona en todos lados gracias a las imágenes que salieron en todos los periódicos y que causaron sorpresa, indignación, morbo y aprobación en los diversos sectores de la población mexicana ...
No sé ustedes, pero yo sí me quedé de a seis cuando supe la cantidad de gente que había ido y lo bien que había salido todo, de acuerdo con lo planeado. Es más, desde el momento que supe lo que Tunick quería hacer me sorprendí de que hubiera hecho semejante propuesta. Lo primero que dije fue "no lo van a dejar", "ya parece..." "nadie va a querer encuerarse"
Pero, ¡oh sorpresa! ¡Sí lo dejaron! ¡Y sí se encueraron!



Un compañero de trabajo estuvo ahí, y también un exalumno que ahora es mi amigo. Ambos me dijeron que toda la gente se comportó bien y que se desnudaron sin ningún problema e inhibición, y que el único negrito en el arroz fue cuando los hombres, ya vestidos, sacaron fotos de las mujeres desnudas que aún siguieron posando para la última fotografía de Tunick.....
Según mis dos informantes, hubo de todo, vergüenzas y no tan vergüenzas (más de las primeras que de las últimas), pero al fin y al cabo mucha disposición de participar y colaborar con Tunick, orden y organización no muy comunes en estos lares y sobre todo, respeto (aunque ud. no lo crea).
En un principio yo pensaba que todo este asunto de la foto no pasaba de la simple morbosidad y ya. "Es una simple foto y se anuncia en todos lados porque se explota la curiosidad malsana" pensé, olvidándome del asunto.
Sin embargo, un poco después comencé a entender que lo que sucedió el domingo pasado es un indicativo de que una importante transformación se está llevando a cabo en esta sociedad y que el suceso
realmente tiene una trascendencia digna de considerarse.



Primero, la toma de esas fotos al desnudo se llevó a cabo en la Plaza de la Constitución, la más grande de toda la República, y la tercera más grande del mundo después de la de Tianammen en Beijing, y la Roja en Moscú. Según mi opinión, este hecho en sí mismo le da una importancia enorme al asunto.
Segundo: ¿Cuándo rayos se había visto algo así en este país tan católico y tan conservador? Definitivamente es un hecho que no había sucedido antes y eso le da trascendencia muy importante.
Tercera, no es el único suceso que ha ocurrido por primera vez en México. La aprobación de las Leyes sobre las Sociedades de Convivencia (que no solamente son para los gays sino también para parejas heterosexuales que no desean casarse por "las tres leyes" tradicionales), el aborto y la discusión sobre la aprobación de la eutanasia son cosas que eran impensables hace apenas algunos años en estas tierras aztecas y que ahora son una realidad. El hecho es que la cerrazón de nuestra cultura poco a poco se va pudriendo para dar paso a la apertura y la tolerancia, muy saludables en esta sociedad tan cosmopolita y plural que tenemos en estos días.



Me asombran estos hechos porque han ocurrido en poco tiempo, y en mi humilde opinión, nos hablan de que México está sufriendo una importante transformación, y la verdad eso me gusta. Siempre he dicho que nuestra sociedad es de las más hipócritas de Latino América y la neta me da un buen de gusto que ese "defectito" se nos esté quitando poco a poco.
Nos guste o no nos guste, las cosas como la que sucedió el domingo pasado demuestran que la gente de nuestro país está dispuesta a asumir cambios profundos en su forma de pensar, y que poco a poco está dejando de ser una nación conservadora y cerrada para abrirse a nuevas posibilidades un poco más civilizadas.
A mi abuelita no le hubiera gustado escuchar de estos cambios, por supuesto, pero la verdad es que no es posible quedarnos en el año de la canica, cuando enseñar los tobillos en la playa era considerado "impúdico", cuando el calendario de la Trevi causaba morbo y escándalo y cuando palabras como "lesbiana", "orgasmo" y "masturbación" eran impronunciables.
¡¡Bien por ese paso que dimos el domingo pasado!!